¿Cómo funciona la inversión pasiva?

La inversión pasiva: qué es

La inversión pasiva es una estrategia a largo plazo para crear riqueza comprando valores que reflejan los índices bursátiles y manteniéndolos a largo plazo. Puede reducir el riesgo, porque se invierte en una mezcla de clases de activos y sectores, no en una acción individual. El objetivo de invertir de esta manera es, básicamente, replicar los rendimientos de un índice de mercado en particular.

 

¿Cuál es la diferencia entre la inversión pasiva y la activa?

En la inversión activa, se investigan empresas individuales y se compran y venden acciones para intentar batir al mercado de valores. En la inversión pasiva, se compra una cesta de activos y se intenta reflejar lo que hace el mercado de valores.

Por ejemplo, si estás invirtiendo en una cuenta de jubilación en la que piensas mantener las inversiones durante 20 años o más, invertir pasivamente puede ser una mejor opción porque no incurrirá en las mismas comisiones que si compraras y vendieras con frecuencia.

También influye el riesgo que estés dispuesto a asumir. Si corres al ver los gráficos de las acciones o no puedes soportar el suspenso que puede conllevar el comercio activo, la inversión pasiva puede eliminar las palmas sudorosas y el ritmo cardíaco acelerado.

 

 

Inversiones pasivas y activas

 

 

Entonces, ¿cuáles son las ventajas de la inversión activa? La mayor ventaja es que los inversionistas activos pueden elegir sus inversiones. Los inversionistas que estén dispuestos a trabajar e investigar valores individuales pueden preferir elegir dónde poner su dinero. ¿Qué recompensa podrían obtener de todo ese duro trabajo? Ganar a lo grande y batir al mercado.

Ventajas de la inversión pasiva:

  • Menor mantenimiento
  • Rendimientos constantes
  • Menores comisiones
  • Menos impuestos sobre las ganancias de capital
  • Menor riesgo

 

Contras

  • Opciones de inversión limitadas
  • Puede que no obtenga una rentabilidad superior a la del mercado

 

 

Estrategias de inversión pasiva

Existen varias formas de ser un inversor pasivo. Dos formas habituales son comprar fondos indexados o ETF. Ambos son tipos de fondos de inversión que utilizan el dinero de inversionistas para comprar una serie de activos. Como inversor en el fondo, obtienes cualquier rendimiento.

Dado que los fondos indexados y los ETF permiten invertir en participaciones de varios sectores, la inversión pasiva puede ayudarte a diversificar, de modo que incluso si un activo de tu cesta sufre un descenso, no debería afectar a toda tu cartera.

 

Fondos indexados

Los fondos indexados pueden ser una buena opción para el inversionista pasivo. Se limitan a seguir las subidas y bajadas de las empresas/activos elegidos dentro del índice.

 

 

Fondos indexados

 

 

Una de las diferencias entre los fondos indexados y los ETF es que solo se pueden comprar y vender fondos indexados a precios fijos después del cierre del mercado y del anuncio del valor liquidativo del fondo indexado.

Los fondos indexados requieren un reajuste periódico porque los proveedores de índices añaden y eliminan empresas continuamente. El reequilibrio es una parte de la gestión de la cartera que garantiza que tus inversiones sigan alineadas con tus objetivos.

 

ETFs

Los ETF, también un tipo de fondo de inversión que sigue un índice, son otra forma de invertir de forma pasiva. Pueden ser una buena opción para aquellos que quieran ser un poco más prácticos a la hora de gestionar una cartera pasiva.

La principal diferencia entre los ETF y los fondos indexados es que se puede negociar con los ETF durante las horas de mercado como con las acciones. Los ETFs eliminan al intermediario, la compañía de fondos de inversión. En lugar de que el dinero que inviertas en los ETF vaya a las empresas de fondos de inversión para que lo inviertan, tu compras el fondo a otros inversionistas que venden las acciones que tienen.

¿Otra ventaja de utilizar los ETF para la inversión pasiva? Suelen ser más baratos de comprar que los fondos indexados. Puede comprar uno por una cantidad similar a la de una sola acción, pero con más diversificación de la que le daría una acción individual. Puede comprar ETFs de acciones y bonos, así como ETFs internacionales, y puede diversificar por sectores.

 

 


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