La inversión activa es una estrategia de inversión en la que el inversionista adopta un papel activo a la hora de decidir qué valores comprar o vender para aprovechar las fluctuaciones de precios a corto plazo. El inversor puede utilizar diversas herramientas de análisis para tomar estas decisiones, como el análisis fundamental, el análisis técnico o una combinación de ambos.
Los inversionistas activos suelen tratar de generar rendimientos superiores a los que ofrecen las estrategias de inversión pasiva, como la inversión en fondos indexados. Sin embargo, este tipo de inversión puede ser una estrategia difícil que no es adecuada para todos los inversionistas, ya que este tipo de inversión requiere tiempo y experiencia, e incluso los profesionales tienen dificultades para batir al mercado.
Definición de inversión activa
La inversión activa es una estrategia en la que un inversor intenta batir al mercado negociando con acciones, bonos u otros valores individuales.
En este tipo de inversión, un inversionista individual puede ser el que negocie valores en sus propias carteras, o los gestores de carteras de fondos cotizados (ETF) y fondos de inversión gestionados activamente pueden ser los que compren y vendan activos para superar el rendimiento del mercado o de un sector específico.
Los inversores activos y los fondos gestionados activamente suelen negociar acciones y valores para obtener beneficios a corto plazo. Las operaciones a corto plazo, como el day trading o el swing trading, pueden ser difíciles, ya que requieren que el inversor sea un experto en los mercados financieros y en los factores que influyen en los precios de las acciones. También requiere que el inversor tenga mucha disciplina, ya que la selección de valores a corto plazo puede ser una tarea volátil y arriesgada.
Ventajas de la inversión activa
Estar en el asiento del conductor cuando se trata de comprar y vender acciones y otros valores, es una forma de desarrollar tus habilidades de inversión. En lugar de invertir en fondos indexados gestionados de forma pasiva o emplear una estrategia de comprar y mantener, puedes investigar empresas, sectores y zonas geográficas concretas y poner ese conocimiento a trabajar haciendo sus apuestas.
Invertir en empresas concretas que conoces y en las que creas puede ser fascinante y gratificante, especialmente si coinciden con tus intereses o valores sociales. También puede ser emocionante poner a prueba tus habilidades y ver si se ven recompensadas.
Otra ventaja de la inversión activa es la posibilidad de superar al mercado. Si inviertes de forma pasiva en fondos que reflejan el mercado, como el S&P 500, solo podrás hacerlo tan bien como lo haga el mercado. Y si se produce una caída significativa del mercado, es probable que sufras pérdidas.
Pero si tu o un gestor de fondos ponen en práctica su experiencia y eligen activamente valores que se comporten muy bien, existe la posibilidad de obtener mayores rendimientos de los que obtendrías invirtiendo pasivamente en fondos indexados.
Este tipo de inversión también permite poner en marcha una estrategia adaptada a tus preferencias, objetivos financieros y tolerancia al riesgo. Tanto si estás dispuesto a ser especulador porque eres joven, como si prefieres apoyar a las empresas que se alinean con tus valores, o si quieres una mezcla de valores que crees que tienen más probabilidades de ir bien, la inversión activa te permite construir una cartera completamente personalizada.
Desventajas de la inversión activa
Aunque invertir de esta manera tiene sus ventajas, también tiene riesgos y desventajas. Por ejemplo, aunque una estrategia activa tiene la posibilidad de superar a los fondos pasivos en cuanto a rentabilidad, la probabilidad de que eso ocurra es muy baja.
Según un informe de S&P Dow Jones Indices, cerca del 80% de todos los fondos de renta variable estadounidense gestionados activamente obtuvieron un rendimiento inferior al de sus índices de referencia en 2021. Y eso cuando los gestores de fondos profesionales son los que eligen las acciones.
La realidad es que nadie puede predecir con precisión la dirección del mercado o el rendimiento de una acción individual a corto plazo. Por ello, la inversión activa puede ser un reto, y existe un riesgo real de obtener una rentabilidad inferior a la que se obtendría con el enfoque pasivo.
Otra desventaja, es que requiere tiempo. Tener una oportunidad de éxito como inversor activo significa investigar mucho sobre las empresas y las condiciones del mercado, estar al tanto de las noticias que podrían afectar al rendimiento y tomar decisiones de compra o venta.
Lo que debes saber
Recuerda que decidir entre la inversión activa y la pasiva no tiene por qué ser un acuerdo de todo o nada. Puedes optar por invertir una parte de tus participaciones en fondos pasivos o con una herramienta de inversión automatizada y reservar otra parte para invertir de forma más activa. Diversificar tu estrategia de inversión puede ayudarte a adquirir experiencia en los mercados financieros, de modo que puedas adquirir experiencia y la confianza para emplear una cartera de inversión activa más amplia.
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