Los fondos cotizados, o ETF, son una forma cada vez más popular de invertir en los mercados financieros. Un ETF tiene participaciones en muchos activos diferentes, y al comprar una acción del fondo, se posee una pequeña posición en cada una de sus participaciones. Con los ETFs, los inversores pueden crear fácilmente una cartera diversificada y muchos fondos sólo cobran una modesta comisión mientras ofrecen algunas grandes ventajas.
Cómo comprar un ETF
En realidad, es muy fácil comprar ETFs, que cotizan en las bolsas de valores como acciones normales. A continuación te decimo cómo invertir en ellos:
1. Determine qué ETF quiere comprar
En el mercado cotizan más de 2.000 ETFs, por lo que debes saber qué quieres comprar. Averiguar qué ETF quieres puede llevarte algo de trabajo. Los ETF basados en los principales índices son una buena opción para los principiantes. Ofrecen una exposición ampliamente diversificada a algunas de las mejores empresas del mercado. I
Anota el símbolo del ETF, un código corto de tres o cuatro letras, porque lo necesitarás más adelante.
2. Calcule cuánto debes invertir
¿Cuánto puedes invertir en un ETF? No hace falta mucho para empezar, y hoy en día los mejores corredores permiten comprar acciones fraccionadas sin comisión de negociación. Esto significa que puedes ir a buscar una acción de un ETF o una parte de acción con no mucho dinero.
La riqueza se construye con el tiempo si se sigues añadiendo dinero al mercado. Cuando hayas calculado cuánto puedes invertir ahora, determina cuánto puedes invertir regularmente, por ejemplo, cada mes. Luego comprométete a añadir ese dinero a tu cartera y a hacer crecer tus ahorros.
3. Haz el pedido a tu corredor de bolsa
Por último, dirígete con tu agente de bolsa para hacer la orden. Si ya tienes dinero en tu cuenta, puedes realizar la operación utilizando el símbolo del ticker y luego comprar acciones o acciones parciales.
Ventajas de los ETF
Bajo costo: Los ETF son una de las mejores maneras de invertir en una cartera diversificada y de hacerlo a bajo costo. En ocasiones, pueden costar sólo unos pocos dólares por cada 10.000 dólares que hayas invertido. No hay comisiones de negociación en los corredores online. Casi todos los principales brokers online no cobran ninguna comisión por operar con ETFs.
Cotización a lo largo del día: Los ETFs cotizan y se intercambian a lo largo del día, lo que da a los inversores flexibilidad para actuar según las noticias.
Gestión pasiva: Los ETF suelen ser (aunque no siempre) de gestión pasiva, lo que significa que se limitan a seguir un índice preseleccionado de acciones o bonos. Los estudios demuestran que la inversión pasiva tiende a superar a la activa la mayoría de las veces, y además es un enfoque más barato, por lo que la compañía de fondos traslada gran parte de ese ahorro a los inversores.
Diversificación: Un ETF le permite comprar a veces docenas de activos en un solo fondo, lo que significa que obtiene diversificación (y menor riesgo) que si comprara sólo uno o dos valores.
Inversiones centradas: Los ETF suelen centrarse en un nicho específico, como el estilo de inversión, el sector, el tamaño de la empresa o el país. Así, puede comprar una inversión centrada en un área específica, como la biotecnología, si cree que está preparada para subir.
Gran variedad de inversiones: Con más de 2.000 ETFs tiene muchas posibilidades de elegir el tipo de fondo que puede comprar.
Eficiencia fiscal. Los ETFs están estructurados de manera que minimizan las distribuciones de las ganancias de capital, ayudándole a mantener su factura fiscal más baja.
Es sorprendentemente fácil invertir en ETFs, y puede hacerlo igual que si comprara una acción. Además, los principales corredores de bolsa online han reducido a cero las comisiones de estas inversiones. Con todas las ventajas de los ETF, no es de extrañar que se hayan hecho populares, y parece que lo serán aún más en el futuro.